miércoles, 28 de enero de 2015
Los ángeles excluidos
Fue en un café de Retiro donde te acercaste a pedir unas monedas y yo te pregunté si querías sentarte. Eras uno de esos tantos que mendigan su inocencia como ángeles excluidos de algún cielo perverso y extraño. Desde luego, no me conocías, y me reconfortó compartir el encuentro. Porque vos, con tu corta edad, llevabas la mirada envejecida por esas atrocidades que, en breve tiempo, realizan en el cuerpo y el alma la devastación que traen los años.
Fragmento de "Antes del fin" de Ernesto Sábato.
domingo, 25 de enero de 2015
Las palabras
Uno usa de soporte las formas que le rodean, como un gran rompecabezas esperando formar las ideas. Entonces, se desviste de las palabras que le abrigan y se reserva a respirar.
Quizá hoy la prosa que lo apaña, quiere descansar en la dermis. Esa en la que retumba su voz más silenciosa y furtiva, esa de la que depende su porvenir si le obedeciera. Pero sometieron a ese espacio a demasiadas palabras y ya no es.
Y así logran que el cuerpo sufra la enfermedad que llevamos de las letras en el alma. Por eso un hombre nunca envejece y muere permitiéndosele y anunciando su última palabra.
¡Ah las palabras! ¡Entraña creadora, juez supremo, sol de los hombres! ¡Hacen lo que quieren con las vidas!
Pintura: Ícaro de Henri Matisse.
viernes, 23 de enero de 2015
El músico
Acongojado llora
con sus débiles dedos
la furia y el odio
y el lodo
que fue su origen.
Las cuerdas de su instrumento
como míseros revólveres
o quizá tendones de un dios ebrio
cantan.
Y es sólo penumbras
el despertar de su hora tardía
y es solo tiniebla
el entornar pequeño de sus ojos.
El músico está allí
donde el dolor no puede confundirse
con los ecos del demonio.
El músico por fin
la tenebrosa ansiedad
de no volverse loco por el tiempo
la vida que no recuerda nada
el antiguo reloj en el que cayeron las lluvias
Su soplido fresco rechinar del abismo cae
y su cuerpo de quimera y cárceles
va ensordeciéndose del cielo
y quejándose de la soledad
que pudo por lo menos haber sido incomprensible.
Y así se materializan
los pensamientos del músico
como cruces que se encuentran
acostadas en el vientre.
Y locas las guirnaldas del verano
entreabren su pudor
y se escucha el sonido.
Feliz cumple Luis Spinetta!
martes, 20 de enero de 2015
Aquel cuerpo infantil e hirsuto
delimitado apenas por la detonación del espacio
está incrustado como un ámbar
en el aparente cráneo del cristal del tiempo
y el cristal remuévese en su fluido
como pasos en la sombra
pero aquel inmutable ser propulsado
aquella fascinada proyección
escapada de la placidez de la muerte
se ha conducido hacia la nada
(nada ¿dónde estás tú en medio de esta nada?)
y de la nada se sugirió su impulso
que incumbía a todo lo inexistente
y desde ese mismo estado inatómico
escapó como gimiendo por el desahogo
como estirándose
todo lo infinitamente misterioso
de nuestra respiración.
Texto: Luis Spinetta
Los locos
Los locos corren
por el pasto sin gritos
por la pradera venenosa
y por la piel entre la luna
y los locos giran
sin temor al mareo
de la casa al árbol
de la ayuda al horror
cuando uno de los locos hable
los cuerdos retozando en la penumbra
oirán el ruido
y verán las verdades
los locos que parecen aprisionados
por la muerte selecta del escándalo
tienen pechos rugosos
y bordeados de lumbre
y los locos lo saben
desde su atónito lenguaje
por intersticios de meninges espectaculares
los locos se precipitan
a paralizar el mundo de la muerte
aunque más no sea
para sentarse a llorar
no hay soles en sus días
y en sus noches
sobreviven los colores de un ojo que no los ha deseado
por eso
y porque la ventosa de fuego rebalsa de temor
ante la fantasía de los sanos;
el obturador de los locos está presto
como una lanza
y al perforarnos de una vez
con una certera puntada entre la vida y el cielo...
Texto: Luis Spinetta.
domingo, 18 de enero de 2015
del por qué de la playa
El hombre que camina y no sabe lo que busca
se ha declarado arena.
Y podría sentirse sol entre las algas y los ripios
¡Loco acantilado consumido y no acostado nunca!
se ha declarado arena.
Y podría sentirse sol entre las algas y los ripios
¡Loco acantilado consumido y no acostado nunca!
Porque la playa es un lugar de ciertos sueños
hacia donde emigra la cabeza del enigma
y se hace sal el universo.
Atrás quedan las gaviotas, el agujero de las nubes.
Esas aguas se conservan entre el viento.
hacia donde emigra la cabeza del enigma
y se hace sal el universo.
Atrás quedan las gaviotas, el agujero de las nubes.
Esas aguas se conservan entre el viento.
Alguien que ha jugado y se ha dormido
ya es el cielo.
Se ha tomado de si mismo
en un abismo mudamente coloreado de cerezas
ya es el cielo.
Se ha tomado de si mismo
en un abismo mudamente coloreado de cerezas
Hasta que el agua le haga dientes y riquezas
y le socave el vientre de los nidos
y los ojos casi carne del éter
y el hombre ya no esté.
Por más que se lo quiera buscar no esté
ni como piel ni como piedra
o esté jugando a ser como la roca.
y le socave el vientre de los nidos
y los ojos casi carne del éter
y el hombre ya no esté.
Por más que se lo quiera buscar no esté
ni como piel ni como piedra
o esté jugando a ser como la roca.
Escrito por L.A. Spinetta
La lluvia
Bruscamente la tarde se ha aclarado
porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra
en cierto patio que ya no existe.
La mojada tarde
me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
Texto: Jorge Borges
porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra
en cierto patio que ya no existe.
La mojada tarde
me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
Texto: Jorge Borges
lunes, 5 de enero de 2015
Happy new year
¿No me prestas tu mano en este noche de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Julio Cortázar
Julio Cortázar
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