Hoy te voy a hablar de la
idea del bien y del mal Isa. Que tema complejo, la moral. La realidad es que irá
modificándose durante toda tu vida, estate atenta en cuando sos presa de tu
propia estructura y te ayuda a vivir o te está frenando o cerrando hacia un
lugar mejor. Eso de vuelta, se trata con un espíritu inocente como te digo siempre. Si no
tenés forma, podés ser quien vos quieras, va a haber muchas Isas durante toda
la vida.
Como todo concepto el bien y el mal, están totalmente calculados y regulados.
Estate piola, atenta a como las estructuras se interponen en tú camino y al menos encontrale los hilos. Si los ves, podés descubrir si estás
en medio de una gayeta donde te están manipulando o no. Si es así, está en vos
tener los ovarios en salir, hasta encontrarte a vos misma, lo más difícil que
hay en la vida. Pero ese es otro asunto, lo importante en
esta carta, es que sepas ver que el bien y el mal, son la misma cara y se
autoregulan. Nadie es totalmente bueno, ni malo. Es mucho más complejo.
Pero
vamos a ver de que trata el bien de manera resumida o paso a contarte una regla que a mí me sirve
por ahora:
El bien está, ahí donde se preserve en la vida.
Y hago hincapié en la palabra preservar, haciendo referencia a generar que la vida
se desarrolle naturalmente como “tiene” que desarrollarse. Tiene y no como vos
quieras. No siempre la vida te va a hacer caso, es más, es duro, pero la vida
hace lo que quiere con uno. Vos sos parte de ella, no ella de vos, así que a la
larga tendrás que lidiar con imprevistos y cosas que no esperabas, de eso hablo
cuando “tiene” que desarrollarse, ayudá a ese destino que se te impone, no te
pongas en rebelde. En definitiva, ella decida cuando y donde, y al final por
más malo que sea uno, a todos nos lleva al mismo lugar...pero bueno, a ver…te doy algunos ejemplos
cotidianos: si ves algún insecto ponele, no lo mates. No
somos superiores a ningún otro ser, no tenés derecho a matar a otro. De hecho, cuidalo, querelo, acaricialo. Otra... si te tenés que defender para preservarte, defendete. En caso extremo a capa y
espada. Si podés evitarlo, mejor. Salí de ahí, salen todos heridos. Y si tenías que hacerlo a la fuerza, estás haciendo un bien ubicando boludos, no hay nada de malo en eso.
Más adelante te voy a hablar de la lucha y la militancia que tiene que ver un poco con esto.
Ahora, una poco más complicada. Si estás en una relación o entidad ya sea de pareja, profesional o la que sea donde reina el amor, pero
no va, porque sentís que no va, no va, punto. Acá entra en juego el tema de hacer
sufrir o el que sentirá el otro. Aunque sea difícil, acá vamos a estar haciendo doler a alguien seguramente, pero esto en el fondo es hacer
el bien Isa. Es hacer hacer el bien. Estás preservando al otro, sin mentirle, es una demostración de amor hacia lo
que fueron y es una forma de respetarse a ambos.
Entonces tenemos tres situaciones: 1- donde se preserva la vida por fuera de uno, que requiere de volcarse a un cuidado desinteresado hacia lo externo; 2- la preservación de uno mismo, donde hay que aprender que uno también es parte de la vida, y como tal se tiene que preservar primero para poder preservar al resto y 3- la última, donde la preservación ocurre de un entidad con un otro. Esta encapsula a las otras dos primeras, donde se pone en juego todos los instrumentos de esta teoría de la preservación y del bien: el no interferir en el devenir propio de la vida. Ella siempre tiene razón Isa. Siempre. De esa forma, siempre vas a estar haciendo el bien y por empuje un mundo mejor.
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