martes, 3 de marzo de 2020


es la tercera vez
que la invito a tomar un vino a casa 
esta vez de vuelta me dijo que podría ser
es la tercera vez 
que no me dice que no
no importa cuántas veces sean
importa que no me haya dicho
no
sean una, dos, tres
las que sean,
me dijo que podría ser
y yo le creo
(se que la gente miente
pero les sigo creyendo)
mis amigos me dicen
que tenga un poco de orgullo, un poco de amor propio,
que no la invite más
y que espere, vas a ver cómo viene
el tema está
en que yo no tengo orgullo
y el ego, con el tiempo, se me fue puliendo
habrá sido por los “golpes de odio de Dios”,
como dice Vallejo
o la meditación trascendental
a la cual llegue por medio de David Lynch
o los años, las enfermedades,
el cáncer,
las tantas veces que fui a Chacarita, no lo sé yo,
pero eso a uno lo va acostumbrando, eso a uno
le da temple, lo prepara con carácter y le muestra la fragilidad,
el delgado vidrio del que estamos hechos
es por eso, que seguramente
la invite una cuarta vez a tomar un vino
y me diga nuevamente, que podría ser,
no me repercute, no lo sabe,
sea con ella,
con otras
mujeres
o solo
yo
tomo el vino
ese es el plan no?

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