sábado, 21 de marzo de 2015

"En el café de la juventud perdida" de Patrick Modiano.

Citas de otros autores:

"Compagnons des mauvais jours, je vous souhaite une bonne nuit." de Jacques Prévert.
"I hear the Shadowy Horses, their long manes a-shake" de William Butler Yeats.
"Como todos los muertos que se olvidan
 en un montón de perros apagados"
de Federico García Lorca.
"De burgemeester heeft ons iets misdaan,
wij leerden, door zijn schuld, het leven haten."
  de Jan van Nijlen.
"Le ciel est comme la tente déchirée d´un cirque pauvre." de Blaise Cendrars.
"A mitad del camino de la verdadera vida, nos rodeaba una adusta melancolía, que expresaron tantas palabras burlones y tristes, en el café de la juventud perdida" de Guy Debord.

Libros señalados:

"Horizontes perdidos" de James Hilton.
"Los cantos de Maldoror" de Isidore Ducasse.
"Iluminaciones" de Arthur Rimbaud.
"Las barricadas misteriosas" de Francois Couperin.
"Louise de la Nada" de Gerard Pommier.
"Un guijarro en el cielo" de Isaac Asimov.
"Polizonte a Marte" de John Wyndham.
"Los cristales soñadores" de Theodore Stugeon.
"El hermoso verano" de Cesare Pavese.
"El álter ego" de Robert Stevenson.
"Nietzsche: filosofía del Eterno Retorno de lo mismo."

Modiano hacé incapié en el Eterno Retorno durante todo el relato.
Los libros recomendados para introducirse al tema son:

"Así habló Zaratustra" de Friedrich Nietzsche.
"La gaya ciencia" de Friedrich Nietzsche.
"Siddhartha" de Hermann Hesse.


Frases:

"Ahora que ha pasado el tiempo me pregunto si no era sólo su presencia la que hacía peculiares el local y a las personas que en él había, como si lo hubiera impregnado todo con su perfume."

"Busco en el diccionario "bohemio": Persona que lleva una vida de vagabundeo, sin normas ni preocupación por el mañana. He aquí una definición que les iba muy bien a las asiduas y a los asiduos de Le Condé."

"En Le Condé nunca nos hacíamos unos a otros preguntas acerca de nuestros orígenes. Éramos demasiado jóvenes, no teníamos pasado alguno que develar."

"Le Condé era para mí un refugio contra todo lo que preveía que traería la grisura de la vida. Habría una parte de mí mismo - la mejor - que algún día no me quedaría más remedio que dejar allí."

"Vivimos a merced de ciertos silencios."

"Hizo un esfuerzo, como si se arrojase al agua: - Uno intenta crearse vínculos, ya me entiende...
Sí, claro que lo entendía. En esa vida que, a veces, nos parece como un gran solar sin postes indicadores, en medio de todas las líneas de fuga y de los horizontes perdidos, nos gustaría dar con puntos de referencia, hacer algo así como un catastro para no tener ya esa impresión de navegar a la aventura. Y entonces creamos vínculos, intentamos que sean más estables los encuentros azarosos."

"Blémant me repetía siempre que a todos los individuos, incluso al más obsecado, les llega un momento en que "cantan de plano"."

"¿Dónde estaría ahora? ¿En un café, como yo, sentada sola a una mesa' Seguramente se me ocurría eso por la frase que había dicho él hacía un rato: "Uno intenta crear vínculos..." Encuentros en una calle, en una estación de metro en hora punta. En momentos de ésos habría que sujetarse mutuamente con unas esposas. ¿Qué vínculo podría resistir a esa oleada que nos arrastra y nos lleva a la deriva?"

"Me preguntaba si el dueño era consciente de mi presencia. Al cabo de unos días, sin dejar la lectura me decía una frase, siempre la misma: ¿Qué? ¿Encuentra algo que la haga feliz? Más adelante, alguien me afirmó con mucho aplomo que lo único que no se puede recordar es el timbre de las voces."

"Caminaba con esa sensación de liviandad que, a veces, sentimos en sueños. Ya no le tenemos miedo a nada, todos los peligros son irrisorios. Si las cosas se ponen feas de verdad, basta con despertarse. Somos invencibles. Caminaba, impaciente por llegar al final, allá donde no había más que el azul del cielo y el vacío. ¿Qué palabra podría expresar mi estado de ánimo? Sólo puedo recurrir a un vocabulario muy pobre. ¿Embriaguez?¿Éxtasis?¿Embeleso?"

"La concentración máxima se consigue tendido y con los ojos cerrados. Si se produce una mínima manifestación exterior, comienzan la dispersión y la difusión. A pie firme, las piernas restan parte de la fuerza. Los ojos abiertos merman la concentración."

"...aquel día, la cosa iba del "mediodía oscuro" y de la "luz verde". A la salida, anduvo al azar por el barrio. Flotaba en esa luz límpida y verde de la que hablaba Guy de Vere. Las cinco de la tarde."

"Todo va a volver a empezar, igual que era antes. Los mismos días, las mismas noches, los mismos lugares, los mismos encuentros. El eterno retorno."

"Las zonas neutras tienen, al menos esta ventaja: no son sino un punto de partida y, antes o después, nos vamos de ellas."

"Había dicho las palabras "orilla izquierda" como si el Sena fuera una línea de demarcación que separase dos ciudades ajenas entre sí, algo como un telón de acero."

"¿Somos realmente responsables de las comparsas que no hemos escogido y con los que se cruza nuestro camino cuando empezamos a vivir? ¿ Soy responsable, por ventura, de mi padre y de todas las sombras que hablaban con él en voz baja en los vestíbulos de los hoteles o en las salas traseras de los cafés y que llevaban maletas en las que nunca sabré que había?"

"Una noche, incluso, la hice entrar en ese café. No nos sentamos, nos quedamos junto a la barra, esperando a Mocellini a pie firme. Y a todas las demás sombras del pasado. Louki, si estaba conmigo, no le tenía miedo a nada. No hay mejor sistema para que se desvanezcan los fantasmas que mirarles a los ojos."

"La única meta de nuestro viaje era ir al corazón del verano, a ese sitio en que el tiempo se detiene y las agujas del reloj marcan para siempre la misma hora: mediodía."

"- ¿Recuerda aquella noche, en su casa, en que se fue la luz y usted nos hablaba en la oscuridad? - le pregunté.
 - No.
 - Voy a confesarle algo, Aquella noche casi me da un ataque de risa.
 - Debería haberse dejado ir y reírse - me dijo, con tono de reproche-. La risa es comunicativa. Nos habríamos reído todos en la oscuridad."

"-Por cierto...me acuerdo muchas veces de Louki...sigo sin entender por qué...
 Estaba conmovido. Él, que siempre hablaba sin titubear y con tanta claridad, andaba buscando las palabras.
 - Menuda tontería le estoy diciendo... no hay nada que entender... cuando de verdad queremos a una persona, hay que aceptar la parte de misterio que hay en ella... porque por eso es por lo que la queremos, ¿verdad, Roland?"

"Cuando llegábamos al final, entrábamos en una comarca en que estábamos al resguardo de todo. La semana pasada no pasé por allí de noche, sino a media tarde. No había vuelto desde que la recorríamos juntos o iba a reunirme contigo al hotel. Por un momento, tuve la ilusión de que, pasado el cementerio, te encontraría. Estaríamos en el Eterno Retorno. El mismo ademán de entonces para coger, en recepción, la llave de tu cuarto. La misma escalera empinada. La misma puerta blanca con su número: 11. La misma espera. Y, luego, los mismos labios, el mismo perfume, la misma melena que se suelta y cae en cascada."

"¿Con qué derecho entramos con fractura en la vida de las personas? ¡Y qué desfatachez la nuestra al mirarles en los riñones y en los corazones! ¡Y al pedirles cuentas! ¿A título de qué?"

"La noche en que nos fijamos en él por primera vez, se acercó a nuestra mesa y se nos quedó mirando a Louki y a mí. Luego sonrió y cuchicheó, inclinándose hacia nosotros: "Compagnons des mauvais jours, je vous souhaite une bonne nuit."
"Hemos llegado a la plaza, la Place de l´Église, ante la estación de metro. Y allí, puedo decirlo ahora que ya no tengo nada que perder, fue la única vez en mi vida que noté lo que era el Eterno Retorno. Hasta aquel momento, me esforzaba en leer obras sobre este tema, con la buena voluntad del autodidacta. fue inmediatamente antes de bajar las escaleras de la estación de metro Église-Auteuil. ¿Por qué en aquel sitio? No lo sé y da lo mismo. Me quedé un momento inmóvil y le apreté el brazo. Estábamos allí, juntos, en la misma plaza, desde toda la eternidad, y aquel paseo por Auteuil ya lo habíamos dado en miles y miles de vidas anteriores. No me hacía falta mirar el reloj. Sabía que era mediodía."

"A partir de ese momento, hubo un hueco en mi vida, un blanco, que no es que diera una sensación de vacío, sin más, sino que la vista no lo podía soportar. Toda aquella blancura me deslumbraba con una luz fuerte, que irradiaba. y así seguirá siendo hasta el final."




Fotografía: "Cafe de Flore" de Dennis Stock.




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