domingo, 1 de marzo de 2015

Memoria de mis putas tristes

Resumen de frases que he remarcado, en el libro de Gabriel García Márquez:

"Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo, pero no todo: Los únicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto. ¿Por qué no me lo encargaste con más tiempo? La inspiración no avisa, le dije.

"No tengo que decirlo, porque se me distingue a leguas: soy feo, tímido y anacrónico. Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario. Hasta el sol de hoy, en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad, aunque sólo sea para alivio de mi conciencia."

"Vivo en una casa colonial en la acera del sol..."

"...de muy niño tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte."

"Es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales, pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan. Cicerón lo ilustró de una plumada: No hay un anciano que olvide dónde escondió su tesoro."

"Yacía de medio lado, de cara a la puerta, alumbrada desde el plafondo por una luz que no perdonaba detalle."

"Nítidas, ineluctables, sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche, y empezó la madrugada del 29 de agosto, día del Martirio de San Juan Bautista. Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le hacía caso. Recé por él, si le hiciera falta, y también por mí, en acción de gracias por los beneficios recibidos: No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera más que duró lo que vio. La niña gimió en sueños, y recé también por ella: Pues que todo ha de pasar por tal manera. Después apagué el radio y la luz para dormir."

"Aquella noche descubrí el placer inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor.
Me levanté a las cinco, inquieto por mi nota dominical debía estar en la mesa de redacción antes de las doce. Hice mi deposición puntual todavía con ardores de la luna llena, y cuando solté la cadena del agua sentí que mis rencores del pasado se fueron por los albañales. Cuando volví fresco y vestido al dormitorio, la niña dormía bocarriba a la luz conciliadora del amanecer, atravesada de lado a lado en la cama, con los brazos abiertos en cruz y dueña absoluta de su virginidad. Que Dios te la guarde, le dije. Toda la plata que me quedaba, la suya y la mía, se la puse en la almohada, y me despedí por siempre jamás con un beso en la frente."

"De un modo solemne, como si acabara de inventarlo, me dijo: El mundo avanza. Sí, le dije, avanza, pero dando vueltas alrededor del sol."

"Una ráfaga ardiente me abrasó la cara. Maldita sea, pensé, qué desleal es el rubor."

"Nunca olvidé su mirada sombría mientras desayunábamos: ¿Por qué me conociste tan viejo? Le contesté la verdad: La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente.
Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que hacía de ella lo que quería."

"No se equivoque: los loquitos mansos se adelantan al porvenir."

"Una mañana oí que Marcos Pérez, la voz más escuchada de la radio desde el amanecer, había decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes. Cuando pude reprimir la náusea dije sobrecogido: Ya lo sabes, Delgadina, la fama es una señora muy gorda que no duerme con uno, pero cuando uno despierta está siempre mirándonos frente a la cama."

"El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor."

"Uno de mis recuerdos más felices fue un trastorno que sentí una mañana como aquélla al salir de la escuela.¿Qué me pasa? La maestra me dejo alelada: Ay niño,¿no ves qué son las brisas?"

"Fui feliz, porque al toque de las doce, entre los repiques furiosos de las campanas, las sirenas de fábricas y bomberos, los lamentos de los buques, las descargas de pólvora, los cohetes, sentí que Delgadina entró en punta de pies, se acostó a mi lado, y me dio un beso. Tan real, que me quedó en la boca su olor a regaliz."

"A principios del año nuevo empezábamos a conocernos como si viviéramos juntos y despiertos..."

"...no pude evitar la comparación mental con la otra de mis treinta años, y una vez más comprobé con horror que se envejece más y peor en los retratos que en la realidad."

"...siempre he dicho que los celos saben más que la verdad..."

"Leyendo los Idus de marzo encontré una frase siniestra que el autor atribuye a Julio césar: Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es."

"A principios de julio sentí la distancia real de la muerte."

"Salí a la calle radiante y por primera vez me reconocí a mí mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo. Mi casa, callada y en orden a las seis y cuarto, empezaba a gozar los colores de una aurora feliz. Damiana cantaba a toda voz en la cocina, y el gato redivivo enroscó la cola en mis tobillos y siguió caminando conmigo hasta mi mesa de escribir. Estaba ordenando mis papeles marchitos, el tintero, la pluma de ganso, cuando el sol estalló entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo, retrasado una semana por la sequía, entró bramando en el canal del puerto. Era por fin la vida real, con mi corazón a salvo, y condenado a morir de buen amor en la agonía feliz de cualquier día después de mis cien años."



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