En el bondi había dos chicas
que estaban en el medio charlando abrazadas
una con sus brazos apoyados en los hombros,
la otra tomándola por la cintura
y se contaban al oído en secreto
quizá, alguna cosa que se harían
o no, cosas amorosas,
pero como dijo un amigo mío
todo lo que se diga de cerca y
en secreto al oído, tiene que ser bueno
así que me imagine lo mejor en sus labios
y cuando fueron a tocar el timbre para bajar
en seguida se tomaron de sus manos
de tal manera que sentí que no podían
separarse la una de la otra
porque no dejaron de tener contacto
con sus cuerpos en todo el viaje
y de demostrarse cariño
lo que las hacía inseparables, me imaginé.
Al bajar yo les sonreí y ellas también a mi
y las escribo para que todos sientan
lo que yo vi.
Sepan que su felicidad
a mí me emociona.