martes, 5 de noviembre de 2019

Veo a través de una ventana,
un hombre que bate un café en lo que parece ser la cocina de la casa.
Está muy atento a esto y lo hace muy tranquilo pareciera.
Una mujer, aparece vestida con una remera larguísima
que seguramente sea de él y le da un beso.
Ambos sonríen mucho para ser tan temprano por la mañana,
pero es un lindo día la verdad, al menos en lo que respecta al clima.
Ahora ella abre la heladera y saca un frasco que no llego a distinguir bien de qué
y lo pone en la mesa junto a una panera.
El agua empieza a hervir. Él deja de batir para servir y se quema.
Escucho el ruido de la pava caer.
Ella la acomoda y después le abraza el dedo que se quemó con sus manos.
Ahora agarra un repasador y llena las tazas despacio
mientras él se acomoda en la mesa y sigue apretando su dedo.
Antes de apoyarlas sobre el mantel,
ella lo besa
 en la frente y se sienta a su lado
pasándole la mano por su espalda.
Veo que se turnan para preparar las tostadas
y que de igual manera
se gesticulan y se anotician de cosas que seguramente
no tengan mucha trascendencia.
El humo de la pava sigue saliendo
y de a poco va empañando el vidrio.

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