sábado, 2 de noviembre de 2019

Sábado

Es pleno mediodía
y sigo acostado en mí cama
no me levanté
ni para ir al baño
Eso debería hacer uno no?
Ir al baño,
cagar, mear, cepillarse los dientes
abrir la heladera después
aunque no haya nada,
verse un poco al espejo,
googlear el clima,
vestirse para la ocasión,
dejar en remojo lo que uso para desayunar
y salir.
Pero hoy no, hoy tengo ganas de estar hechado
y me propongo a hacerlo.
Por la ventana entre mis flores
vuela una mariposa.
Ella tiene que volar,
sabe muy lo que tiene que hacer
y lo hace, cumple con su destino.
La persigo con mis ojos
mientras ni me muevo.
Ella tiene todo tan claro, tan resuelto, pienso.
Desaparece y muevo la vista a un rincón:
Una montaña de ropa sucia
que me llama para que la ponga a lavar.
Tantas cosas tengo que hacer,
la lista es inmensa
si me pongo a pensar.
Pero hoy no, no Mauro
hoy queres estar acá,
haciendo nada.
Sentir el placer
de ver alguna mariposa hacer lo suyo,
dormirte cada media hora,
cambiar de posición y estirarte
algo así como una siesta eterna
quien pudiera no?
Hoy es sábado
y no sé qué debería hacerse.
Tendría que hacer muchas cosas,
pero son mías y de nadie más.
Entonces pienso algo que me tranquiliza:
Creo que mí destino está
es irme criticando menos
si se me junta ropa en un rincón,
mientras disfruto
la vida pasar.

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